Autocorrelación

La repetibilidad puede medirse
La autocorrelación es una herramienta que puede utilizarse para analizar tanto patrones como pautas de fenómenos que se repiten en el tiempo. Es una medida que nos indica el grado de correlación de los valores con los datos de observaciones anteriores.

La utilizamos en las series temporales. La autocorrelación nos permite describir en qué medida, en comparación con la serie temporal anterior, un valor está correlacionado con un valor de la serie temporal anterior.

Evidentemente, las series temporales se caracterizan por observaciones con un desplazamiento temporal constante. La unidad de medida puede ser, por ejemplo, un mes, un año, etc.

Al calcular el coeficiente de autocorrelación para el desfase deseado, además del número de observaciones y los valores de las observaciones consecutivas, necesitamos también los valores de las observaciones consecutivas retrasadas por el valor del desfase y la media aritmética de las observaciones.

Así se investiga la estacionalidad
Para entender mejor qué es la autocorrelación y cómo utilizarla, es necesario introducir el concepto de retardo. Por retardo se entiende el número de observaciones que se han omitido. Podemos contar la autocorrelación entre la primera y la segunda observación, así como entre la primera y la tercera observación, la primera y la cuarta observación, etc.

Una autocorrelación con un desfase de "uno" es la que compara los valores con los valores anteriores.
Utilizando la autocorrelación, podemos identificar la repetibilidad de determinados fenómenos para cada periodo, que es el periodo del citado retardo.

El atractivo de la autocorrelación viene determinado, sin duda, por su aplicación práctica (por ejemplo, en las ciencias económicas en el estudio de la intensidad de la recurrencia de un fenómeno en el tiempo).